Según cuentan en portales británicos como The Sun y Daily Mail, la mujer más obesa de Inglaterra -que pesaba 286 kilos- murió a los 40 años por culpa de su terrible adicción: un ataque de gula que finalmente desencadenó el fatal desenlace.
Sharon Mevsimler, quien desarrolló su obesidad luego de una depresión postparto, se había sometido en junio de 2009 a una cirugía de baipás gástrico para acabar con su amor por la comida.
Sin embargo, pese a estar bajo una estricta dieta, ella no cumplía con el esquema por lo que uno de sus familiares que la visitó un día le llevó un “regalo” basado en diferentes comidas como pollo asado y papas fritas, además de dulces.
La desesperación de Mevsimler por ingerir estos alimentos fue tan grande que los devoró sin pensar en las graves consecuencias que pudiera traerle. Finalmente, su gula y el historial de malos hábitos alimenticios provocaron un ataque cardíaco que acabó con su vida.
El hecho, sin embargo, no fue aislado ya que la mujer nunca estuvo contenta con su operación pues le “impedía comer todo lo que quería”, razón por la que rogaba a sus amigos que le llevaran grandes raciones de chatarra al hospital ya que ella no podía levantarse por sus propios medios.
Mevsimler, madre de 4 hijos y cuyo marido dejó de trabajar en 1989 para cuidarla, confidenció que no tenía relaciones sexuales desde hace 10 años con su pareja y que la vida sedentaria producto de su peso la hacía muy infeliz … pero, según ella, era algo que no podía evitar.
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