“¿Será mía?” Fue lo primero que pensó Ben Ihegboro (44) cuando su mujer, Angela (35), dio a luz en Inglaterra a una bebé rubia de ojos azules. Sin embargo, la familia pronto se daría cuenta que la pequeña Nmachi -cuyo nombre significa “Belleza de Dios”- representaba uno de los enigma menos frecuentes en la historia de la genética.
De acuerdo a los doctores, según informó el diario sensacionalista The Sun, Nmachi definitivamente no es albina sino que es parte de algo extraordinario en el mundo de los genes: una mutación desconocida que se da una vez en un millón.
Como explicó el profesor Ryan Sykes, especialista de la Universidad de Oxford, el evento es aún más extraño pues ninguno de los progenitores de Nmachi tiene familiares con algún indicio de raza blanca, aunque el hecho de que genes pálidos se hayan saltado generaciones para reaparecer de nuevo en este embarazo puede ser una de las explicaciones más razonables.
Sin embargo, ciertos detalles como el color del pelo de la bebé aún dejan atónitos a los investigadores, quienes no encuentran una respuesta contundente al inusual nacimiento: “Las reglas de la genética son complejas y todavía no entendemos lo que pasa en muchos casos” como éste.
Lo cierto es que para los padres nigerianos, que además tienen dos niños de 2 y 4 años, el hecho de haber concebido a una guagua tan diferente no causó mayores complicaciones y, si bien sus hijos se confundieron en un principio, “ella es hermosa y la amamos. Su color no interesa. Ella es un bebé milagro”.
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