Acompañado del ministro de Justicia, el presidente Sebastián Piñera finalmente anunció su rechazo a impulsar una nueva legislación de indultos propuesta por la Iglesia Católica y la Evangélica.
Sin embargo, el mandatario señaló que tras una “profunda reflexión” optó por utilizar la facultad presidencial de indultos particulares, analizando caso a caso los eventuales beneficios para presidiarios.
En ese sentido, recalcó que de todas maneras se excluirán a quienes hayan sido condenados por delitos de lesa humanidad, terrorismo, hechos de sangre, violaciones, narcotráfico y quienes hayan reincidido en sus conductas delictuales.
De esta manera, se tomarán en cuenta situaciones como la avanzada edad, enfermedades terminales y otras equivalentes, para los eventuales beneficiados por el indulto particular, pero “sin que esto ponga en riesgo la seguridad y el bienestar” de la población.
“No es conveniente ni prudente impulsar una tercera concesión general de indultos” manifestó el mandatario haciendo referencia e insistiendo que en una década ya se han cursado en 3 oportunidades indultos generales que han beneficiado a miles de presidiarios.
En su discurso finalmente, Piñera hace hincapié en que “en vez de perdonar a condenados el Gobierno se compromete a modernizar el sistema penitenciario y la rehabilitación de los delincuentes”.
Es por ello que anunció un plazo de 3 meses, el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, deberá realizar un completo análisis de la situación en las cárceles y en Gendarmería, para iniciar un “ambicioso plan de mejoras carcelarias”.
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