La maniquí se quejó porque "siempre me pelan" y se armó la toletole... "Como persona no te conozco, profesionalmente no te creo", le respondió sin dolor la comentarista.
SANTIAGO.- Minutos de antología se vivieron este miércoles en el "Buenos Días a Todos", cuando la invitada Kenita Larraín se quejó porque los panelistas del matinal "la pelaban". No faltó ni la chispa para que las bellezas se defendieran con dientes y uñas de la acusación en vivo y en directo.
Todo partió con un copucheo suavecito sobre la candidatura de Larraín a reina de los camioneros, pero el tema se desvió de a poco y rápidamente la blonda soltó que no entendía por qué "siempre me pelan".
Ricarte Soto, como caballero, sacó la voz de los primeros y le explicó que "yo no tengo ninguna mala onda contigo. Pero como te lo dije una vez, yo nunca he entendido cuáles son las razones de tu éxito".
"Está bien, esa es una opinión tuya y yo la respeto", le respondió Kenita.
Pero lo mejor estaba por venir, porque a Macarena Tondreau sólo le bastó que le dieran la palabra para que prendiera el ventilador y soltara todo lo que tenía guardadito:
"Me dicen que yo la pelo y yo nunca la he pelado. Yo lo que comenté la otra vez, lo dije al aire. Pelar es hablar a la espalda (de la víctima) y detrás de la cámara. Yo hago mi trabajo de comentarista de espectáculos y dije 'como persona no te conozco, profesionalmente no te creo..."
A esa altura, los ánimos estaban que ardían y el ambiente no se cortaba ni con sierra eléctrica. Felipe Camiroaga decidió intervenir y salir en defensa de Larraín, que trataba de mantener la compostura y la boquita cerrada, pero no le era tan fácil sostener la sonrisa.
"Pero ¿saben qué? paren un poco, una cosa es un juego, una cosa es una broma, pero ponerse en la densa, a hablar cosas que no son...", dijo el Halcón y fue peor, porque a Tondreau no la paraba nadie. "Me piden que responda y me hacen callar", verseó enojada, mientras Raquel Argandoña evitaba hablar el tema.
Katherine Salosny, que no se metió en la trifulca, trató de calmar las cosas y le ofreció un "cafecito o una agüita de hierbas", a la maniquí. Estaba claro que a esas alturas, todos tenían la guata pesada, pero la entrevista era larga y el show tenía que continuar.
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