París - El delantero francés Nicolas Anelka, quien habría insultado al entonces entrenador del seleccionado, Raymond Domenech, durante el Mundial de Sudáfrica, fue sancionado hoy con 18 partidos por la comisión de disciplina de la Federación Francesa de Fútbol (FFF).
La FFF también aplicó sanciones a Patrick Evra (5 partidos), Franck Ribery (3) y Jérémy Toulalan (1), según anunció en un comunicado.
Anelka, de 31 años, habría insultado a Domenech -quien concluyó su ciclo tras la magra actuación francesa en Sudáfrica 2010- en el entretiempo del partido entre Francia y México.
Dos días después una tapa del diario deportivo L"Equipe con los violentos insultos que habría manifestado el delantero del Chelsea al director técnico de "les Bleus" desató un escándalo y derivó en una huelga de los jugadores en plena Copa del Mundo.
El ex delantero del Real Madrid, el Arsenal y Liverpool, quien hoy no estuvo presente en París y tampoco fue representado por su abogado, negó haber agraviado al entrenador, en su única entrevista tras haber sido desafectado del plantel declarando al periódico France Soir.
"Murmuré cosas para mí y que permanecerán en el secreto del vestuario. Y que deberían haber quedado ahíö, dijo.
"Hay un carácter de ejemplaridad en la sanción a Anelka", reconoció a la radio RMC Jean Mazzella, presidente de la comisión de disciplina de la FFF.
La severidad de la sanción no le cuesta mucho a la FFF, especialmente porque sus presentaciones con la camiseta "bleu" no lo tornaban indispensable.
No obstante, la sanción puede poner fin a la caótica carrera internacional de Anelka (14 goles en 69 partidos), pues no podrá volver a ser convocado hasta por lo menos dos años y medio.
Francia tiene previsto 14 partidos programados ante de la Euro 2012 de Polonia y Ucrania: 10 clasificatorios y 4 amistosos. De clasificar, jugará entre tres y seis partidos, pero difícilmente el actual entrenador del seleccionado galo, Laurent Blanc, vuelva a convocar a quien fue visto como el futuro gran delantero francés tras su fulgurante aparición en 1998.
Esta había sido la primera Copa del Mundo del jugador de origen antillano, quien había sido separado del plantel a último momento en las tres ediciones precedentes.
Por su parte, el defensor Patrick Evra recibió una sanción de cinco encuentros por su responsabilidad de capitanear a Francia en Sudáfrica 2010.
Tras la sanción, el diario Libération criticó hoy a Evra por su "inolvidable búsqueda del traidorö, como disparó el lateral del Manchester United en conferencia de prensa tras la revelación de L"Equipe.
Mientras que el delantero Frank Ribery, cuya imagen se deterioró sobremanera en los últimos tiempos tras encontrarse involucrado en un escándalo sexual, recibió tres partidos de suspensión por haber sido el subcapitán del equipo durante el Mundial.
El jugador del Bayern Munich no fue autorizado por su equipo a presentarse ante la sede que la FFF posee en el sur de la capital francesa.
Entretanto, la FFF sancionó con un partido al volante Jérémy Toulalan achacándole que haya sido su jefe de prensa quien diera a conocer el comunicado de prensa que anunció la huelga de jugadores.
Sobre estos dos últimos jugadores Blanc, quien en su primer encuentro al frente del seleccionado (derrota ante Noruega 1-2) no convoco a ninguno de los 23 mundialistas, había solicitado "penas leves" por considerarlos "piezas claves" para la reconstrucción del equipo.
De los cinco jugadores citados, el único que no recibió sanción fue el defensor Eric Abidal, quien se habría negado a jugar contra Sudáfrica en el último partido de la primera ronda. En su escueto comunicado la FFF se dijo "satisfecha" por las explicaciones del jugador de Barcelona.
El estrepitoso fracaso deportivo derivó en la renuncia del presidente de la FFF Jean-Pierre Escalettes. Asimismo, la prematura eliminación y la huelga dos días antes del último partido de la primera fase generaron una gigantesca ola de críticas, algunas de ellas remarcando la característica multicultural del seleccionado, algo que antes era señalado como un símbolo de la integración francesa.
"Todo esto es culpa de la escoria de las barriadas, forman parte de un seleccionado francés y no les gusta Francia. Ese equipo no nos representa", disparó tras el Mundial el polémico filósofo Alain Finkielkraut.
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