MIAMI -- Decenas de adolescentes en toda la nación murieron el año pasado por un peligroso pasatiempo con connotaciones eróticas que los padres ni siquiera conocen. Es el tenebroso juego de la asfixia.Se trata de una práctica que merodea en los lugares oscuros de la sociedad desde hace tiempo, pero ahora está saliendo a relucir a la luz del día, sobre todo entre los adolescentes.
os padres a menudo no conocen de su existencia, aunque harían bien en informarse: el año pasado se reportaron más de 70 menores muertos.Cari Castillo, de 17 años, sabe de este juego - y de sus peligros.
“Tienes que apretar duro y después uno se desmaya”, dice Cari, mostrando cómo se aplica presión sobre el pecho para impedir el libre flujo de aire.No hace falta mucho equipo especial para poner en riesgo la vida. Los muchachos lo hacen en el parque, en los baños de la escuela y hasta en su propia casa.En manos del destinoEstán colocando sus vida en manos del destino, que a menudo juega malas jugadas.Si lo haces "tal vez un día no te vas a despertar", advierte Cari, que ya ha dejado atrás la práctica y que cuando lo hizo fue en compañía de una amiga.En inglés es conocido como el "choking game", "space monkey" o "pass out game".Hay, además, diferentes maneras de hacerlo, pero básicamente el objetivo es el mismo: detener el flujo del oxígeno al cerebro hasta perder el conocimiento.Según lo describe Cari, “uno se siente como si se va a desmayar y también el cuerpo se pone como cuando se le duerme un pie".El doctor Carlos Ramírez Mejía, neurologo, lo explica de otra manera.“Hay un período breve en el que hay una euforia extrema que parece casi un orgasmo, que parece una sensación que siente la gente cuando usa cocaína o heroína".El placer en un armarioA las autoridades se les hace muy dificil ofrecer estadísticas exactas, ya que muchos casos desde un principio son erróneamente clasificados como suicidios.Algunos menores ahora están agregando un elemento sumamente peligroso, ya que no buscan a un compañero que intente asfixiarlos con las manos o los ayude en caso de que algo salga mal, sino que entran a su propio closet y agarran una corbata o una correa y lo hacen por su cuenta, sin nadie para observarlos.“Yo lo hice, pero yo lo hice teniendo gente conmigo. Ellos lo están haciendo solos, y da un poco de miedo”, advierte Cari, quien supo reaccionar a tiempo y le contó todo a su padre, Mario Castillo, antes de que las cosas llegaran más lejos.“Cuando me enteré estuve sorprendido porque no es un juego, es sumamente peligroso. Los muchachos no tienen conocimiento de lo grave que es … uno se puede morir”, dijo Mario.
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1 comentarios:
ooohh quee horrorr yoo comeetii ese herrorr tambienn lo hize ii esoo ess perderr consienciaa de todo es como estar en un sueñoo muii peroo muii profundooo y como vertee a tii mismooo inmovill siin poder despertar hatass que logras tomar concienciaa
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