El poderoso sismo que sacudió a Chile en febrero último liberó la mayor parte de la tensión acumulada durante cerca de 200 años a lo largo de la falla donde chocaron 2 placas tectónicas, lo que hace que un sismo de similar intensidad sea muy improbable, concluye un estudio divulgado este jueves.
Investigadores de Chile, Francia y Alemania, encabezados por el geólogo Marcelo Farías de la Universidad de Chile, llegaron a esa conclusión tras medir cuánto se había levantado o deprimido el terreno en 24 sitios a lo largo de la costa chilena y en nueve lugares tierra adentro.
Descubrieron que el sismo de 8,8 grados de magnitud elevó la costa unos 2,5 metros, lo que provocó el hundimiento de zonas interiores y movió la línea costera hacia el mar, según el estudio publicado en la revista Science este jueves.
Esa elevación del suelo fue cercana al punto frente a la costa chilena donde chocan las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, dijo Farías a la AFP.
Los mayores aumentos en el nivel del suelo fueron en la Península de Arauco, que sobresale en el mar al sur de Concepción (la segunda ciudad chilena unos 425 km al sur de Santiago), cerca del epicentro del terremoto del 27 de febrero que desató un tsunami que arrasó localidades enteras, y que dejó 521 muertos y daños por 30.000 millones de dólares.
En Arauco, el sismo empujó masas de suelo hacia arriba unos 2,5 metros, provocando en algunas zonas la emersión de la plataforma marina y un corrimiento de medio km de la línea costera.
“La mayor elevación que allí se produjo es consistente con una menor distancia de la falla”, dijo Farías.
Al adentrarse en el continente, los científicos hallaron que el suelo se había elevado en menor medida, y que de hecho algunas masas de tierra se habían hundido.
Tras medir la elevación y el hundimiento en un mapa, los científicos calcularon que las 2 placas frente a la costa chilena se habían desplazado unos 10 metros en promedio en un área de 500 km de largo -siguiendo la línea de la falla- y 135 km de ancho.
Esa información suguiere que el terremoto del 27 de febrero -el quinto más fuerte desde que se mide la intensidad de estos fenómenos- liberó la mayor parte de la tensión acumulada durante 175 años, por lo que es improbable la ocuerrencia de otro megasismo en la misma zona en el futuro cercano.
“Si el último gran sismo en la región de Concepción fue hace 175 años -lo que llamamos el sismo de Darwin de 1835 porque él se encontraba allí- y si las placas tienen una velocidad de convergencia de 6,8 cm por año, da un potencial de un máximo de 12 metros de acumulación”, señaló Farias.
Un desplazamiento de 10 metros a lo largo de 500 km de la falla “sugiere que la mayor parte de la tensión acumulada durante el ciclo sísmico fue elásticamente liberada por el terremoto del 27 de febrero”, indicó el estudio.
“Nuestra estimación es un valor medio para toda el área de ruptura, por lo que algunas zonas probablemente tengan más energía acumulada que eso, lo que puede producir terremotos, pero probablemente de una magnitud inferior a siete”, dijo Farías.
Fuente: RadioBioBio.cl