Además, calificó como "extremadamente importante" que, con los datos del terremoto, se analicen las normas de construcción chilenas.
En Talcahuano, una de las localidades más golpeadas por el tsunami del 27 de febrero pasado, decenas de barcos quedaron en medio de la ciudad arrastrados por las grandes olas.
SANTIAGO.- Walter Mooney, geofísico del servicio de Geología de Estados Unidos (USGS en inglés) sostuvo que tras sus análisis en terreno en las zonas afectadas por el terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que el pasado 27 de febrero se registró en la zona centro sur del país, no es recomendable volver a construir en las zonas que resultaron destruidas por el tsunami.
"Es muy importante que la gente no reconstruya sus casas en la zonas afectadas por el tsunami, o de lo contrario correrán grave peligro. Por su puesto tampoco es recomendable que se construyan viviendas en adobe o ladrillo en estas zonas dañadas", aseguró Mooney.
De acuerdo con el geofísico, que hace 35 años estudia las zonas más sísmicas de América Latina, un problema importante en que se tiene que centrar la planificación del uso del suelo es en "cómo proteger, o en como trasladar algunas de las comunidades que están en las zonas costeras, para evitar que otra vez sean golpeadas con una gran ola".
Asimismo, sostuvo que es de gran importancia que todos los datos de este movimiento telúrico sean estudiados por científicos y diversos expertos para analizar las normas chilenas de construcción.
"Es extremadamente importante que la experiencia de este terremoto de 8,8 grados sea examinada por los científicos chilenos para evaluar y ver dónde la norma necesita ser mejorada", aseguró el experto, destacando que "los datos científicos para la norma de construcción chilena son limitados, ya que sólo se contaba con antecedentes claros del terremoto de 1960 y 1985".
Para Mooney, además de ser "necesario mirar la norma de construcción", Chile puede aportar mucho al resto del mundo, ya que esta experiencia hará que los ojos naciones de todos los continentes se fijen en lo que se hizo en el país como un ejemplo de cómo se deben elaborar ciertos parámetros de construcción.
Muy buena respuesta de las personas
"La respuesta de las personas locales fue extremadamente buena", comentó Mooney, para quien el mayor problema se registró con los turistas o las personas que no vivían en las zonas golpeadas por el tsunami, ya que ellos, al parecer, no tenían la misma "educación sísmica".
Por ello asegura que es una buena idea potenciar la educación sobre terremotos y tsunami en toda la población, sin importar de dónde sean, ya que esto podría evitar que en futuros movimientos de gran magnitud se registraran altos números de víctimas. "Siempre queremos ver mejoras", destacó el experto enfatizando en la buena respuesta que a su juicio tuvo la población.
Fuente: Emol
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