Un reciente estudio de la Universidad de Harvard, realizado por la investigadora Amy J.C. Cuddy, determinó que las personas se vuelven más poderosas, fuertes y “atrevidas” si realizan ciertas posturas corporales como poner las manos detrás de su cabeza. En contraste, dicha investigación determinó que otras poses que a simple vista parecen inofensivas pueden debilitarte… ¡en cosa de minutos!.
“Ésta es la primera demostración científica de que las posturas corporales pueden afectar a nuestra fisiología”, indicó Cuddy tras descubrir que posar los pies en en escritorio, entrelazar las manos en tu nuca y ponerte de pie mientras apoyas las manos estiradas sobre la mesa alimenta tu bienestar y te da energía, siempre y cuando lo hagas por a lo menos 2 minutos.
En tanto, el mismo estudio determinó que sentarse en una silla con los brazos cerrados y las manos juntas, o pararse con brazos y pies cruzados con fuerza, son actitudes corporales que te debilitan y disminuyen tu confianza.
¿Cómo se obtuvieron esas conclusiones? Como dio a conocer la revista Psychological Science que publicó el estudio, se analizaron las reacciones de 42 sujetos frente a distintas posturas que debían mantener por un período de 120 segundos.
Luego, se tomaron muestras de saliva de los individuos para medir sus niveles hormonales y se comprobó que en el primer grupo -correspondiente a las poses de poder- los niveles de testosterona aumentaron un 19% y que, además, se redujeron los niveles de la llamada “Hormona del Estrés” o Cortisol que puede causar pérdida de memoria y reducir la eficacia del sistema inmunológico. Mientras, en el segundo grupo -sometido a las poses que debilitan- se obtuvo el efecto contrario.
“Me gusta la idea de que una postura pueda modificar la fisiología y psicología de quienes se sienten débiles en cuestión de minutos”, señaló Cuddy en declaraciones recogidas por Muy Interesante, ya que estos beneficiosos cambios corporales pueden tener aplicaciones inmediatas debido al poco tiempo que demoran en ejecutarse.
Finalmente, este estudio complementa investigaciones realizadas con anterioridad, como aquellas que postulan que las personas con mayores niveles de testosterona se sienten fuertes y energéticos y, por lo tanto, están más dispuestos a correr riesgos a diferencia de sus otros compañeros de trabajo.
Fuente: RadioBioBio
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