En esta oportunidad involucra acusaciones de lavado de dinero que llevaron a la Policía a incautarse u$s30 millones.
Desde el Vaticano aseguran que se trató de un "mal entendido".
El Instituto para Obras Religiosas es un banco y es blanco de una nueva investigación en un caso que involucra acusaciones de lavado de dinero que llevaron a la policía a incautarse 30 millones de dólares en activos del Vaticano en septiembre.
El Instituto para Obras Religiosas es un banco y es blanco de una nueva investigación en un caso que involucra acusaciones de lavado de dinero que llevaron a la policía a incautarse 30 millones de dólares en activos del Vaticano en septiembre.
Por su parte, el Vaticano calificó al decomiso de activos como un "malentendido" y expresó su confianza de que será absuelto rápidamente, pero los fiscales dicen en documentos judiciales que el Banco del Vaticano hizo caso omiso deliberadamente de las leyes antilavado "con el fin de ocultar la propiedad, el destino y el origen del capital".
Los documentos también revelan sospechas de los investigadores de que el clero pudo haber actuado como fachada para empresarios corruptos y para la Mafia.
Los documentos identifican dos operaciones que no fueron reportadas: una en 2009 que implicó el uso de un nombre falso y otra en 2010 en la que el Banco del Vaticano retiró 860.000 dólares de una cuenta bancaria italiana, pero hicieron caso omiso a las peticiones de otros bancos a revelar a dónde se dirigía el dinero. Las nuevas acusaciones de irregularidades financieras no podían haber llegado en peor momento para el Vaticano, ya golpeado por revelaciones de que protegió a sacerdotes pederastas.
La investigación de corrupción ha dado nuevas esperanzas a los supervivientes del Holocausto que intentaron sin éxito entablar una demanda en Estados Unidos, alegando que buena parte del botín nazi fue almacenado en el Banco del Vaticano.
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