Provincial de los jesuitas en Alemania nombra a Chile al admitir abusos en colegios de la orden | Farandula y Noticias

Stefan Dartmann reconoció casos de denuncias también en España, aunque específico que hasta 1990."Se trata de rituales de castigos corporales demasiado excesivos", detalló.

Dartmann pidió públicamente perdón por los hechos ocurridos en los años 70 y 80 en el Canisius Kolleg.

BERLÍN.- El provincial de los jesuitas en Alemania, Stefan Dartmann, admitió hoy que escuelas secundarias de la orden en Chile fueron escenario de abusos físicos -que calificó de "castigos corporales"-, así como también establecimientos en España.

Dartmann realizó estas revelaciones en el marco del escándalo por denuncias de abusos sexuales en la escuela secundaria Canisius Kolleg, uno de los colegios de mayor renombre en Berlín.

El provincial de los jesuitas en Alemania afirmó que aparte de una veintena de casos concretos que sucedieron en Canisius Kolleg, "también existen denuncias en centros educativos en las ciudades de Hamburgo, Sankt Blasien, Gottinga, Hildesheim, e incluso en Chile y España".

"En la documentación disponible hay indicios muy claros sobre los excesos cometidos hasta 1990 en Chile y España, se trata de rituales de castigos corporales demasiado excesivos", detalló.En la primera rueda de prensa que ofreció desde que estallara el escándalo hace una semana, el titular de los jesuitas en Alemania pidió públicamente perdón por los hechos ocurridos en los años 70 y 80.

"Pido perdón por la omisión de los responsables de la orden de entonces de examinar con atención lo que ocurría y tomar las medidas necesarias", dijo Dartmann dirigiéndose a las víctimas, profesores y padres del Canisius Kolleg.

Dartmann viajó expresamente a Berlín procedente de Múnich, donde está asentada la dirección de la orden jesuita de Alemania. En la rueda de prensa agradeció a las víctimas que hubieran alzado la voz a pesar del dolor que podría producirles desenterrar lo ocurrido.Por lo menos 22 alumnos, incluidos una chica, fueron objeto de abusos sexuales por parte de dos sacerdotes que daban clase en el centro escolar berlinés en la década del 70 y del 80.

Uno de ellos confesó años después su culpa e informó a sus superiores y al Vaticano. Posteriormente fue destinado a otro colegio católico, el Sankt Ansgar de Hamburgo, en el que dos ex alumnos también denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual.


"Lo que nos temíamos se hizo realidad", dijo hoy un portavoz del obispado de Hamburgo al confirmar los casos.

Tras su estancia en Hamburgo de 1979 a 1982, el entonces profesor de educación física fue destinado al internado jesuita de Sankt Blasien, donde dio clases de 1982 a 1984.

Wolfgang S., de 65 años, dejó la orden y se fue a vivir a Chile, donde trató con víctimas de tortura y torturadores del gobierno de Augusto Pinochet, según dijo el ex sacerdote al semanario alemán "Der Spiegel".

El antiguo profesor de deportes envió una carta fechada el 20 de enero a sus ex alumnos en los que les pide perdón y se muestra arrepentido. "Es un hecho triste el que haya abusado y maltratado durante años a niños y jóvenes con pretextos seudopedagógicos", reza la misiva.

El otro acusado, un ex profesor de religión de actualmente 69 años, niega los hechos. Ambos dejaron la orden en los años 80.

El escándalo se hizo público al enviar la semana pasada el actual rector del colegio, el padre Klaus Mertes, una carta a los ex alumnos de las camadas afectadas en las que se manifestaba "conmocionado y lleno de vergüenza" por los casos de abuso y prometía esclarecerlos.

La orden de San Ignacio de Loyola en Alemania encargó una investigación a fondo a Ursula Raue, una mujer que durante años dirigió la organización de protección a la infancia "Innocence in Danger".

La prensa alemana publica hoy detalles de las felonías ocurridas en el colegio, de gran renombre en la capital alemana y semillero de personalidades de la política, la cultura y los medios germanos.Un hombre afirmó en el diario "Tagesspiegel" que fue objeto de abusos por uno de los padres en cuestión en varias ocasiones en el sótano del colegio entre 1975 y 1979. Dijo que junto con otros compañeros escribió una carta al colegio y al obispado."Nunca hubo una reacción", relató. El padre Hermann Breuelmann, antiguo rector del Canisius, negó haber tenido conocimiento de casos de abuso sexual."El tema del onanismo era muy importante", señaló otro ex alumno en el blog de Internet "Spreeblick", y agregó que los estudiantes eran obligados a sentarse en el regazo del sacerdote.Otro internauta y ex alumno que cita el diario "Sddeutsche Zeitung" habla de la existencia de un "cuestionario de masturbación". "Qué extraño que la historia salga a la luz ahora cuando todos lo sabían", comenta.Los delitos probablemente han prescrito, pero la fiscalía de Berlín estudia abrir un expediente.

Fuente Emol

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