Al pago de una multa de 25 UTM (cerca de 900 mil pesos) y una indemnización de 500 mil, fue condenada la multitienda Ripley luego que una clienta la denunciara por el desorden en el cobro de sus mensualidades.
El caso afectó a María Soledad Rivera, quien pese a pagar puntualmente las cuotas de sus compras, se sorprendió al recibir una factura por $128.677, en vez de los $96.295 que le correspondían.
Rivera hizo caso omiso al alza y pagó sólo el monto pactado, sin embargo al mes siguiente recibió una cuenta por $224.972, que además de considerar la cuenta anterior como saldo vencido, desconocía el pago realizado a tiempo.
El tema escaló por tercer mes consecutivo al recibir una cuenta de $319.904, considerando todos los cobros anteriores y nuevamente sin reconocer los pagos a tiempo, a lo que la clienta volvió a responder pagando sólo el monto que le correspondía.
Curiosamente, el cuarto mes los cobros descendieron a $123.604, demostrando que Ripley estaba incurriendo en reiterados errores de facturación. Con esta información, María Soledad Rivera acudió al Sernac, tras lo cual denunció el hecho al 3º Juzgado de Policía Local de Santiago.
La multitienda alegó en su defensa que los estados de cuenta “no acreditan la efectividad de obligaciones” del cliente, y que “no se había cobrado una suma excesiva”.
Pese a ello, el Tribunal consideró que existía “un evidente y absoluto desorden en cuanto a los antecedentes y obligaciones que debía cobrar Ripley”, explicando que estos hechos causaron angustia e incertidumbre a la consumidora respecto de la forma en que se resolvería el problema.
Por ello, y en fallo ratificado por la Corte de Apelaciones de Santiago, se condenó a Ripley al pago de una multa de 25 UTM (cerca de 900 mil pesos) por infringir la Ley del Consumidor debido a su negligencia en el proceso de facturación, además del pago de 500 mil pesos a Rivera como indemnización.
Sernac aprovechó la instancia para recordar a los clientes que existe el derecho a tener claridad en su cuenta, debiéndose informar en ellas fechas de vencimiento, costos a asumir frente al no pago, lugares de pago, medios de pago y fechas en las cuales se cae en morosidad. Caso contrario, la empresa deberá realizar devoluciones e incluso reparaciones.
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