Simon Hart pensó que el delantero era de seguro el nuevo jugador del club de sus amores. Ahora, tiene dos opciones: o se cambia de equipo o acude a la tecnología para borrar el retrato.
Imagínese usted es hincha de Universidad de Chile y Esteban Paredes está a sólo un paso de llegar desde Colo Colo. La prensa y él mismo lo dicen. Sólo faltan detalles. Y usted, que siempre ha admirado el talento del delantero, quiere ser el primer fanático azul en demostrarle que será bienvenido: decide tatuarse un retrato del goleador en su espalda.
Sin embargo a última hora todo se cae. Paredes elige renovar el contrato por cinco años con los albos a cambio de un sueldo millonario. Hay críticas a la actitud del delantero, aunque al final, en semanas, todo se olvidará. Pero el tatuaje sigue ahí. Reluciente. Enorme. En la mitad de su espalda.
Es precisamente ese el martirio que está viviendo Simon Hart, un ferviente seguidor del Manchester City, que al pensar que Wayne Rooney llegaría desde el United -su archirrival- se lo retrató en el dorso con la leyenda "Rooney City legend".
Ahora Hart no podrá ni pensar en sacarse la polera cuando aliente a su equipo, la fanaticada del City no estarían muy contentos de verlo. Al parecer las opciones son claras.
El hincha apurete deberá cambiarse de equipo, o pedirle un poco de los 100 millones de dólares que ganará el delantero inglés para ocupar la tecnología láser a su favor y borrar de su cuerpo el que es, sin duda, el peor error de su vida.
0 comentarios:
Publicar un comentario