Fue tan sólo un segundo de distracción al inicio del épico cierre de la Teletón 2010, probablemente influido por ese terno a rayas y ese pañuelo rojo que le asomaba por la solapa a Don Francisco. Al finalizar la actuación de Faith no More, otra memorable pieza que quedará en el recuerdo de los fanáticos de la banda, fragmento de Violeta Parra incluido, Mike Patton se despidió del animador con un “Gracias don Corleone”, mientras le besaba el anillo parodiando a la saga de “El Padrino”.
Probablemente ese incidente sea uno de los más recordados de la teletón 2010 y uno de los más graciosos en la historia de la cruzada solidaria. En Chile nadie se burla de Don Francisco, más allá del tamaño de su cabeza. Al menos abiertamente. Hacerlo frente a un nacional lleno en pleno cierre de la Teletón, fue un desahogo inesperado.
Es evidente que Mario Kreutzberger es un hombre poderoso. Su influencia sobre nuestra sociedad ha sido demostrada en múltiples ocasiones. Es el único capaz de meter a todos los chilenos detrás de un objetivo, de involucrarse y trabajar a favor del sistema, con todos sus defectos y virtudes, sacando adelante proyectos que trascienden lo peor de Chile, para convertirse en manifestaciones de esas virtudes nacionales mediatizadas, sean reales o no. Si Don Francisco fuera malo estaríamos fritos.
Ya en alguna ocasión en este mismo espacio creo haber aclarado mi admiración por el talento de Mario Kreutzberger, el hombre que le pone el rostro a Don Francisco y que curiosamente comparte nombre con el autor de “El Padrino”, Mario Puzzo. Nadie en Chile se le iguala en el dominio televisivo. Estoy convencido también de que a pesar de las críticas de fondo que puedan hacerse a una cruzada como la Teletón, las catarsis colectivas y la mitología solidaria construida en torno al evento han terminado haciendo de este, un país mucho más agradable de lo que sería, sino existiera Don Francisco.
Probablemente ese incidente sea uno de los más recordados de la teletón 2010 y uno de los más graciosos en la historia de la cruzada solidaria. En Chile nadie se burla de Don Francisco, más allá del tamaño de su cabeza. Al menos abiertamente. Hacerlo frente a un nacional lleno en pleno cierre de la Teletón, fue un desahogo inesperado.
Es evidente que Mario Kreutzberger es un hombre poderoso. Su influencia sobre nuestra sociedad ha sido demostrada en múltiples ocasiones. Es el único capaz de meter a todos los chilenos detrás de un objetivo, de involucrarse y trabajar a favor del sistema, con todos sus defectos y virtudes, sacando adelante proyectos que trascienden lo peor de Chile, para convertirse en manifestaciones de esas virtudes nacionales mediatizadas, sean reales o no. Si Don Francisco fuera malo estaríamos fritos.
Ya en alguna ocasión en este mismo espacio creo haber aclarado mi admiración por el talento de Mario Kreutzberger, el hombre que le pone el rostro a Don Francisco y que curiosamente comparte nombre con el autor de “El Padrino”, Mario Puzzo. Nadie en Chile se le iguala en el dominio televisivo. Estoy convencido también de que a pesar de las críticas de fondo que puedan hacerse a una cruzada como la Teletón, las catarsis colectivas y la mitología solidaria construida en torno al evento han terminado haciendo de este, un país mucho más agradable de lo que sería, sino existiera Don Francisco.
Fuente : lanacion.cl
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