Gisele Bundchen parece haber olvidado que los paparazzis andan al acecho para tomar una foto en el momento menos indicado.
En medio de una producción de fotos en Francia, la brasileña eligió como camarín a un auto que estaba a la vista de todos. Cuando Bundchen se cambiaba para posar en otras imágenes, los fotógrafos la atraparon sin la camisa y mientras se ponía un short.
Pero quien no la pasó bien durante los últimos días fue Tom Brady, el esposo de la supermodelo, quien sería presionado por su pareja para someterse a diferentes tratamientos estéticos.
Al parecer, Bundchen le pidió que se hiciera algo en el pelo, porque se le está cayendo por mechones. “Tom necesita ayuda para solucionar su posible calvicie”, contó un amigo de la pareja.
“Gisele quiere mantener esa imagen de pareja ideal, el quarterback con su envidiable melena y la impresionante modelo con su largo y sedoso pelo. Por eso, le sugirió a Tom que acuda a un especialista”, agregó la misma fuente.
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