Los detalles del primer trasplante total de rostro en el mundo | Farandula y Noticias
viernes, 23 de abril de 2010

Los detalles del primer trasplante total de rostro en el mundo

Culminó con éxito primer trasplante total de cara Barcelona, 22 de abril. Un equipo de médicos españoles llevó a cabo con éxito el primer trasplante total de cara del mundo, en una operación de 22 horas realizada el pasado 20 de marzo en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona, informó hoy el cirujano jefe Joan Pere Barret.

Isabelle Dinoire, un año después del trasplante.

Barret, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del hospital, explicó que el paciente llevaba cinco años con una deformidad severa en el rostro, fruto de un traumatismo que le destrozó gran parte de la cara y le impedía desarrollar con normalidad funciones vitales como hablar, tragar y respirar.

Agregó que el paciente se mostró satisfecho con la operación una semana después de pasar por el quirófano, por lo que reaccionó "muy bien". Desde entonces el equipo hospitalario ha proseguido con los cuidados intensivos que permiten prever que en dos semanas el hombre será capaz de deglutir e incluso empezar a hablar.

En cualquier caso, el cirujano descartó que el paciente llegue a parecerse físicamente al donante, ya que el tejido blando se adapta a la cara del receptor y, aunque en este caso también se trasplantaron todos los huesos faciales por debajo de los globos oculares, también los huesos deben amoldarse.

El trasplante, intervención en la que estaba en riesgo la vida del paciente, incluyó toda la piel y los músculos de la cara, la nariz, los labios, el maxilar superior, los dientes, el paladar, los huesos de los pómulos y la mandíbula, así como la cirugía plástica y la microcirugía necesarias para reparar los vasos sanguíneos.

En la operación, que contó con 30 profesionales de distintas especialidades, al paciente le fue reconstruido el rostro en forma de máscara, con lo cual se logró así la réplica de su propia cara. "No lleva la de otro", reiteró Barret.

El paciente, quien ya se miró al espejo, está "tranquilo y satisfecho" con su nueva cara. "Se encuentra bien y se recupera satisfactoriamente de la operación", añadió. El objetivo ahora es que "en unas semanas empiece a hablar y a comer, y también a sonreír".

El receptor del trasplante podría ser dado de alta en dos meses. Después continuará con su rehabilitación, y más adelante podrá llevar "una vida prácticamente igual a la de antes del accidente", expuso.



Hasta ahora ha habido una decena de trasplantes de cara en el mundo, practicados en Francia, España, Estados Unidos y China. Sin embargo, todos fueron parciales.

Los expertos del hospital explicaron que el trasplante de cara es una técnica que todavía se considera "experimental" y para la que se requiere un informe previo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para cada paciente. En La Fe de Valencia se realizó un trasplante de la parte inferior de la cara y en Virgen del Rocío cerca de 70 por ciento del rostro, por lo que el caso del Vall d’Hebron es el primero en España y el mundo en que se practica uno total.

Para gente desesperada

Barret defendió el uso de esta técnica para "gente desesperada" con funciones vitales afectadas, y no por criterios estéticos. El trasplante incluyó también "gran cantidad de hueso" y parte de tuétano –fábrica de la sangre y sus componentes–, por lo que la tolerancia final del paciente y los estudios sobre ello marcarán el futuro de este tipo de intervenciones.

Hay que recordar a Isabelle, francesa de 38 años que en 2006 se convirtió en la primera persona en recibir un trasplante de cara. Su drama ocurrió cuando intentó suicidarse. Mientras yacía inconsciente en el suelo, su perro intentó reanimarla. Aunque lo consiguió, sus mordiscos la dejaron sin cara. Desde entonces ha sufrido grandes problemas sicológicos que la llevaron al hospital de Amiens, Francia, donde le fue practicada una operación pionera que le ha devuelto la facultad de hablar, de masticar y, sobre todo, de mirarse al espejo. La intervención suscitó gran polémica, sobre todo por su repercusión sicológica, ya que se pensaba difícil que alguien pudiese aceptar una cara que no es la suya.

Para la francesa la operación fue un éxito en los aspectos médico y sicológico. "Cambió mi vida. Después del accidente estaba destrozada. Ahora me siento tranquila, he logrado volver a poner en marcha mis actividades, me da valentía porque puedo enfrentarme a la mirada de la gente. Ahora tengo una cara como todo el mundo."

0 comentarios:

Publicar un comentario