La epilepsia se define como una enfermedad crónica que se produce por una descarga anormal del cerebro. Los ataques no siempre van acompañados de una alerta (aura) que es una crisis de menor grado.
En entrevista con el programa A Toda Radio, la neuróloga Lucila Andrade entregó una serie de recomendaciones a la hora de ser testigo de un ataque epiléptico sea de un niño o adulto.
Lo primero es poner a la persona de lado; contrario a lo que se cree, no hay que colocar nada en la boca y por último, una vez pasada la crisis, trasladar al paciente un recinto asintencial.
Una crisis puede durar entre 30 segundos y 2 minutos, luego de este período el paciente queda en un estado de postraumático y es entonces cuando debe ser atendido por un equipo profesional.
En la Quinta Región hay 3 mil niños con epilepsia de ellos un 70% debería llevar una vida completamente normal con un tratamiento farmacológico.
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